Siguiendo el relato de los Hechos de los Apóstoles, se aprecia de forma notoria la relación del autor de este escrito, que conocemos como «Lucas», con quien ha sido el centro de nuestros coloquios nocturnos el curso pasado: Pablo de Tarso. 

¿Cómo y por qué decidió Lucas escribir el Tercer Evangelio? ¿Qué conocimiento tenía de Jesús de Nazaret y cómo llegó hasta él dicha información? ¿Pensó escribir, desde el principio, un relato diferente sobre el Profeta de Nazaret? ¿Una obra en dos volúmenes? 

Las parábolas que leemos en su evangelio tienen un sabor distinto; los gestos y las palabras de Jesús que este evangelista señala, la gente de la que se rodeó el Nazareno, los textos que cita de las Escrituras Sagradas de Israel… todo parece conducirnos a una nueva concepción de la tradición evangélica sobre Jesús. 

Asimismo, llama poderosamente la atención todas las noticias y materiales que Lucas proporciona sobre la madre de Jesús, ¿cuál es su fuente de información? ¿Quién fue Teófilo, ese enigmático personaje al que le dedica su obra? Su nombre tan sugerente parece toda una declaración de intenciones del destino que experimentará cualquier lector que tome en sus manos la Buena Noticia escrita por Lucas. 

Estas y otras preguntas serán objeto de nuestra atención a lo largo de los próximos meses.